Mostrando entradas con la etiqueta Ribagorza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ribagorza. Mostrar todas las entradas

¿Es una lengua el ribagorzano?

¿Es una lengua el ribagorzano?

Gabriel Sanz Casasnovas y Javier Castel Pérez han publicado un artículo científico en el que plantean que tiene entidad propia, que no es dialecto del aragonés o del catalán.

La Universidad de Zaragoza desarrolla un sistema de IA para traducir las lenguas con menos hablantes.

CONTENIDO EXCLUSIVO

MARIANO GARCÍA

¿Es una lengua el ribagorzano?


Entre 4.000 y 5.000 personas hablan el ribagorzano actualmente. S.L.A./HERALDO

El artículo se publicó hace unos meses en el último número de ‘Hápax’, revista de Salamanca especializada en Lengua y Literatura, y ha suscitado interés y controversia en los círculos dedicados al estudio y difusión del patrimonio lingüístico de Aragón‘Enta una individualizacion del domínio lingüístico ribagorçano’ reivindica la independencia lingüística del ribagorzano, defendiendo que no es ni dialecto del aragonés ni del catalán, que se trata de una lengua propia. Lo firman Gabriel Sanz Casasnovas y Javier Castel Pérez, de la Sociedat de Lingüistica Aragonesa, ambos estudiosos del tema.

Gabriel Sanz (Fonz, 1992) es doctor en Historia y empezó a hablar ribagorzano de niño. Desde el año 2016 realiza encuestas a hablantes de avanzada edad, y en ellas ha encontrado razones sociolingüísticas para defender su tesis.

"Las lenguas son patrimonio de quienes las usan. Por eso las encuestas nos ofrecen valiosa información acerca de las percepciones que los usuarios poseen sobre su lengua materna –señala–. Y lo que hemos constatado entre los hablantes de ribagorzano de mayor edad es que tienen una percepción lingüística propia. Cuando les preguntas qué hablan, nadie dice “aragonés” o “catalán”. Ellos tienen sus etiquetas, te dicen que hablan patuéschapurreao... A veces también recurren a etiquetas localistas como foncense u otras. Y hay una minoría que dice, con rotundidad: “Hablo ribagorzano”. 

Sanz apunta que "esta última etiqueta no es nueva. Se puede rastrear hasta 1840, y es la utilizada por autores clásicos como Cleto Torrodellas. De ahí que en 1904 se demandara ya la confección de un diccionario ribagorzano. Por otro lado, nuestra hipótesis tampoco es en absoluto novedosa: ya ha habido quien, desde mediados del siglo XX, considera idioma al ribagorzano. Nos hemos sumado a la línea interpretativa defendida por filólogos como Viudas Camarasa o Saura Rami".

Cien rasgos distintivos.

El artículo, de 76 páginas, se centra sobre todo en los aspectos lingüísticos y en él se analizan en profundidad 20 rasgos estructurales del ribagorzano. Algunos de ellos son compartidos por las modalidades vecinas (aragonés y pallarés), mientras que otros son exclusivos del ribagorzano y todos deben verse como integrantes de él. Los autores destacan, además, que han considerado un listado preliminar cercano al centenar de rasgos lingüísticos, tanto fonéticos como morfosintácticos, rasgos que individualizan al ribagorzano frente al aragonés y el pallarés.

"El rasgo más emblemático es la palatalización de la l en cualquier posición –subraya Gabriel Sanz–. Es un rasgo que no existe en aragonés y que tampoco puede achacarse a la influencia del catalán, porque se documenta desde finales del siglo X, cuando no existía ni el reino de Aragón ni el principado de Cataluña, pero sí el condado de Ribagorza".

Hay, también, diferencias léxicas. El adverbio ‘entonces’ castellano y ‘llavors’ catalán es ‘alavegada’ en ribagorzano, y su uso está documentado ya en el siglo XIV.

Y es que los autores del artículo no solo han basado su hipótesis en los cientos de encuestas realizadas, sino que han analizado toda la documentación medieval disponible que se produjo en Ribagorza, incluyendo el llamado ‘Pleito del guiaje ganadero de Ribagorza’ (1316-1319), el manuscrito que recoge un litigio entre los canónigos y vecinos de Roda de Isábena y los representantes del rey de Aragón por un impuesto.

"Hay documentación medieval con rasgos ribagorzanos –destaca Gabriel Sanz–. Y también una humilde literatura, que va desde las pastoradas de fines del siglo XVIII hasta la actualidad, pasando por la obra del estadillano Bernabé Romeo".

Un territorio de frontera.

La Ribagorza ha sido territorio de frontera durante siete siglos, y ello ha hecho que muchos especialistas, al acercarse al habla, la hayan asociado al aragonés o al catalán, o la adscriban a las distintas ‘modalidades de transición’, etiqueta que los autores del artículo rechazan. "La noción de transición es ajena a los usuarios. El ribagorzano debe considerarse una lengua distinta. Con él ha ocurrido un poco lo que ha pasado con el catalán pallarés o con las modalidades del catalán de Urgell o Andorra. ¿Por qué se consideran dialectos? Porque en Barcelona ha existido una burguesía que ha operado con una perspectiva muy concreta de lo que debe ser el catalán".


autres dialèctes occitans, catalan comprés,

No existe un censo fiable del número de hablantes del ribagorzano. "Calculamos que pueden ser entre 4.000 y 5.000 personas, cifra similar a la de los que hablan hoy aranés, pero la distribución de esos hablantes no es uniforme. Se habla obviamente en la Ribagorza; en algunas poblaciones del Somontano, como Estada Estadilla; en otras del Cinca Medio, como Fonz; en algunas de la Litera, como AzanuyCalasanzSan Esteban de LiteraPeralta de la Sal y Gabasa –relata Gabriel Sanz–. La investigación de Xavier Tomás Arias revela que hace 150 años se hablaba en toda la Ribera del Cinca hasta Ballobar".

Sanz aclara que "se ha perdido mucho, incluso en su dominio actual. En Graus, por ejemplo, está prácticamente extinto, y en Campo ‘muy tocado’. En general, lo hablan mayoritariamente personas de más de 50 años y la trasmisión generacional se ha roto. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo desde las instituciones para enseñarlo en las escuelas pero en muchos sitios sigue siendo asignatura extraescolar. Y, aún enseñándola en los colegios, el único modo de que una lengua minorizada perdure en el tiempo es que la comunidad que la usa esté decidida a seguir hablándola".

La marca hispánica a escomensaméns del siglo IX

La marca hispánica a escomensaméns del siglo IX

Pueblos vascos, Pamplona, Sangüesa, Jaca, Pallars, Urgel, Conflent, Cerdaña, Rosellón, Vallespir, Peralada, Ampurdán, Besalú, Osona, Gerona, Sobrarbe, Ribagorza, 

La marca hispánica a escomensaméns del siglo IX

JOSEP IGLÉSIES I FORT

LA FRANJA DE LLENGUA CATALANA DE L’ARAGÓ ,
article històric de Josep Iglésies

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=471288413240909&id=428198520883232


JOSEP IGLÉSIES I FORT



A part del comtat de Ribagorça, que fou objecte d’una incorporació més tardana a l’ Aragó, a partir de 1300, que Jaume II fixà la frontera entre el dit regne i Catalunya en la clamor d’ Almacelles, actualment fa 683 anys que queden políticament separades de Catalunya les comarques de llengua catalana d’ enllà de la Granja d’ Escarp i Massalcoreig. Pensem que els catalans del Principat ens sentim oprimits i malmenats, sobretot referent a la llengua autòctona, a partir del decret de Nova Planta de Felip V, és a dir, des de 1714 ençà, exactament 270 anys. En canvi podem atribuir, en sentit general, que la gent de les marques de ponent, o sigui la de les valls dels rius Cinca i Matarranya, en fa 700 que experimenten la interferència lingüística estranya.

Malgrat això, ells encara parlen català. I ho fan per propi impuls personal, sense cap ajuda de ningú i sense esperit col·lectiu. A part d’un acord ineficaç de les Corts Catalanes de 1305, protestant de la disposició de Jaume II, el Principat no ha fet res a favor de les comarques que li foren arrencades aleshores, les quals, a través dels segles, perderen el sentit de germanor entre elles i vers nosaltres, però -repetim-ho- mantingueren la llengua. Modernament, esgarriades entre les províncies d’Osca, Saragossa i Terol, acabaren de perdre la consciència de llur identitat originària. Cada localitat dóna avui al seu parlar un nom diferent, Uns diuen que parlen maellano, fragatí, altres lliterà, altres ribagorçà, uns benasquès, altres xapurreat, altres mestís, ratllano o esclat, sense tenir la percepció de la unitat de tot plegat.

Considerem qui mostra més mèrit en la voluntat de conservar la llengua pròpia, els de la Franja catalana de l’ Aragó amb els 700 anys d’ésser aïllats enllà del Cinca, deixats a la bona de Déu, desunits, desavinguts i desconeixedors del què era la parla que els floria a la boca, o bé els catalans d’encà del Cinca, amb el mutual caliu, la plena consciència que hem conservat del nostre ésser i la unitat col·lectiva, les pròpies institucions polítiques i culturals i el manteniment gairebé constant de l’impuls reivindicatiu.

Si haguéssim fet alguna cosa a favor d’aquells germans de llengua, hauríem tingut incontinent l’acusació fulminant de colonialisme o d’imperialisme i uns quants ismes més. En canvi Castella ha pogut imposar a les terres referides la llengua castellana a l’escola, als registres administratius, a la premsa, a tots els actes públics, sense que fos autoritzada als colonitzats la més petita manifestació de malestar. Malgrat que molts pobles pertanyien, i alguns encara pertanyen [ara ja no], a bisbats catalans, ni l’empar de l’església han tingut, puix també la llengua de la trona era la castellana.

Perquè la pressió contra la llengua catalana a la Franja de Ponent ha estat tan aferrissada o més que a Catalunya, i més sorda, més persistent i duradora, obligant a recloure-la a la intimitat de la família, sense poder mostrar-se en actes públics de cap mena. I precisament perquè hi ha ara símptomes de reconscienciació, s’ha tornat en alguns casos més pèrfida. Mireu el cas que ens reporta el llibre dedicat a la Franja de Ponent per Joaquim Monclús.(1) L’any 1983, a Areny de Noguera, la senyora mestra multava els nens i nenes amb 50 pessetes, cada vegada que els atrapava enraonant entre ells en català dins de l’escola. Això ho publicava el periòdic “El Ribagorça”.

Hi ha un altre fet a remarcar: la llengua vernacle de l’Aragó no és pas la castellana. Hi ha una llengua autòctona aragonesa, per la qual mostren un gran interès els filòlegs i per la qual ara també es pugna per a recobrar-la i lliurar-la de la condemna de la desaparició. Doncs bé, l’onada castellanitzant ha fet recular molt més aquesta “fabla” originària de l’ Aragó que no la parla catalana en les comarques de l’Aragó que la fan servir. És més viu el català en la nostra franja irredempta quant al verb nadiu, que l’ aragonès en la seva pròpia.

S’era molt pessimista sobre la sort de la nostra parla en la Franja de Ponent. La veu pública deia que el nostre idioma hi era en franca davallada i que semblava inútil tot esforç per a reviscolar-la. El llibre al·ludit de Joaquim Monclús ens ve a demostrar que hi ha, en les comarques que ens ocupen, un moviment precisament de joventut, que està disposada a impulsar la revifalla i que ja ha aconseguit èxits valuosos. Tots hem pogut llegir als diaris que un grup d’ ajuntaments d’aquelles terres han sol·licitat l’ensenyament primari en català. L’estatut de l’ Aragó, aprovat per les Corts estatals l’any 1982, en el seu article setè, proclama que les “diversas modalidades lingüísticas de Aragón gozarán de protección como elementos integrantes de su patrimonio cultural històrico”. Cal vetllar perquè això no sigui lletra morta.

De moment s’han despertat iniciatives en diverses poblacions de parla catalana sotmeses a l’administració política aragonesa. El llibre de Joaquim Monclús pot contribuir a impulsar-ne d’altres de ben fruitoses, i també ha difós entre nosaltres la certesa que, a les valls del Cinca i Matarranya, el català no és difunt, sinó que es manté viu i es disposa a esdevenir operant a l’escola, al temple i al carrer. L’autor sosté que la població de parla castellana -la majoria immigrada- no arriba al 10% del total, i aporta enquestes estadístiques i comprovacions convincents. No ens sembla imaginable que, precisament ara que es beslluma una albada de justícia, llibertat i el reconeixement de les col·lectives singularitats, els germans del Matarranya, el Baix Cinca, la Llitera i la Ribagorça, que generació darrera generació, durant segles, s’han mantingut fidels al seu parlar nadiu, puguin avenir-se a renunciar i deixar apagar la sagrada llàntia del verb original.

Somniem a veure sorgir escoles de llengua catalana a la Franja de Ponent, on es manté el nostre mitjà d’expressió; en el triomf del verb pairal, en aquelles contrades avui administrativament aragoneses que li han servat centúria darrera centúria, una fidelitat abnegada; a veure-hi florir i granar poetes, novel·listes, crítics, historiadors, autors nadius d’aquelles terres que sàpiguen que, sense utilitzar la llengua materna, l’obra de l’esperit sorgeix mancada i morta.


JOSEP IGLÉSIES I FORT

(publicat a la revista EL LLAMP, nº 10, 26/07/1984.

(1)  Joaquim Monclús, La Franja de Ponent avui, El Llamp, 1983.

Toni Dimoni

Franja Viva

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=469936033376147&id=428198520883232

Comentari del nostre company Toni Dimoni des de la Ribagorça:

"El fet que a la franja es parli o no la llengua històrica del territori és un qüestió de llibertat d'expressió, lo repugnant i despreciable és que desde segons quins ajuntaments hi hagin polítics xenòfobs amb certa llengua o parlar, que desde la comunitat autònoma no reconeguin el dret de certs habitants a parlar lliurament dins les seues institucions (oficialitat llengua prohibida) i que desde la societat afectada no lluiti per la dignificació lingüística posant excuses com així ens entendrant i vindrant més gent i deixin de posar la llengua en el paper i cartells de festes i fires locals.
Amb totes aquestes condicions és normal que la nova generació menyspre-hi la llengua que li tocaria estar defensada desde la democràcia encara que fossin minoritàries, això ja no és una democràcia és una merda deixar que fatxes o xenòfobs et guanyin en majories ."

franja, mapa, pobles, ponent, llevant