EL ORIGEN DE LOS LÓPEZ DE GURREA


2.34. EL ORIGEN DE LOS LÓPEZ DE GURREA(SIGLO XI. HUESCA)

Nos hallamos en los últimos años del siglo XI, en el cerco de la importante ciudad mora de Huesca. El rey don Sancho Ramírez acaba de morir ante sus muros, cuando una saeta disparada desde una almena se introdujo por la manga de su lorigón y se clavó en su pecho. Antes de expirar el rey, arranca a su hijo Pedro, desde entonces Pedro I, la promesa de que no abandonará el asedio hasta que la ciudad se rinda.

EL ORIGEN DE LOS LÓPEZ DE GURREA, Huesca

En el campo cristiano, se congregan varios caballeros famosos por sus hazañas bélicas. Incluso el propio san Jorge va a hacer acto de presencia en la batalla. Entre los simples guerreros, se hallan dos hermanos, desconocidos para los más, llamados Mudielos. Éstos, cuando estaba ya avanzada la noche, sorprendieron a un grupo de moros que pretendía salir de Huesca amparado en la oscuridad. Sin pensarlo y sin ayuda de nadie más, ambos hermanos detuvieron y mataron a todos los infieles, quedando con todas sus vestiduras destrozadas y teñidas con la sangre de los enemigos.
El día despuntaba. Pedro I, que pensaba lanzar un nuevo ataque contra la ciudad, había madrugado para recorrer el exterior del muro. Así es como encontró a los hermanos Mudielos y quiso conocer la causa de su lamentable estado. Cuando se enteró de la hazaña que habían protagonizado, les llamó admirado «lupi», es decir, lobos. Y ellos, teniendo a gran honra este apodo, suplicaron al nuevo rey que les permitiera cambiar su apellido de Murielos por el de López, a lo que accedió gustoso y complacido Pedro I, concediéndoles, además, que pudieran usar por armas dos lobos de oro en palo, con las lenguas y uñas de negro en campo de gules.
Los hermanos López tomaron parte no sólo en la batalla de Alcoraz, sino también en cuantas contiendas contra los musulmanes libró su rey. Y cuando Pedro I murió, pelearon a las órdenes de Alfonso I, destacando en la reconquista de Gurrea de 1115. Tan decisiva fue aquí su actuación que el Batallador entregó la plaza a estos dos intrépidos hermanos, quienes desde entonces se apellidaron López de Gurrea, tomando esta villa las mismas armas de sus señores, es decir, los dos lobos en campo de gules.
[García Ciprés, G., «Ricos hombres de Aragón. Los López de Gurrea», Linajes de Aragón, II (1911), 405.]



EL ORIGEN DE LOS LÓPEZ DE GURREA, escudo


La casa de Gurrea es muy antigua y principal, y muy enlazada con la casa real de Aragón; pero no aparece en ellas ni el orígen del nombre G. ni el primero que lo llevó por apellido; no constando tampoco si tomó su nombre del pueblo de G., o si este lo tomó de la casa. En compensación de este silencio, están atestadas las historias de Aragón de noticias referentes a los hechos y noble hazañas de muchos ilustres hijos de la casa de G. Arnaldo de G. y un hijo suyo se distinguieron al servicio de Don Jaime el Conquistador en sus guerras y gloriosas conquistas contra los moros del reino de Valencia. Don Lope de G. fué nombrado procurador general del reino de Aragón por el rey Don Jaime II. Don Miguel de G. fué ayo del infante Don Pedro y gobernador del reino de Aragón. Otro Lope de G. fué camarero mayor del rey de Aragón Don Pedro IV, y su embajador en Sicilia para tratar el casamiento de su soberano con la infanta de Sicilia Doña Leonor. Fué despues embajador cerca del rey de Portugal, y últimamente, cerca del Sumo Pontífice Inocencio VI. Otros muchos caballeros principales hubo en Aragon llamados Lope de G., ilustres ascendientes de la fecunda rama de los López de G., que todavía florece en aquel reino. Don Alonso Felipe de Aragon y G. fué nombrado en cortes de Zaragoza por capitán de la gente de guerra para la expedición contra Pulla y Calabria, en Sicilia. En fin, Don Miguel de G., señor de la baronía de G., asistió a la jura del príncipe Don Miguel, nieto de los Reyes Católicos. Otra casa muy antigua. Muy antiguo y noble linaje de Aragón. Según mosén Jaime Febrer, el caballero Arnaldo G. que sirvió a don Jaime I, de Aragón, en la conquista de Valencia usó estas armas: De azur, con dos lobos de oro. ...





















LA VIRGEN COLABORA EN LA BATALLA DE PIEDRATAJADA


2.33. LA VIRGEN COLABORA EN LA BATALLA DE PIEDRATAJADA
(SIGLO XI. BISCARRUÉS)

En su diario, solitario y monótono deambular por los campos y rastrojeras que rodean al pueblo, un joven pastor de Biscarrués venía observando desde hacía cierto tiempo que todos los días, sin excepción alguna, una de las cabras de su rebaño se alejaba sola de las demás, regresando de nuevo al seno de la manada transcurrido un cierto tiempo, que no era mucho.

LA VIRGEN COLABORA EN LA BATALLA DE PIEDRATAJADA, pastor, cabras


Movido por la curiosidad que le causaba aquel proceder de la cabra, decidió seguirla un día, dejando el rebaño al cuidado de sus dos perros pastores. Caminando tras ella a prudente distancia para no asustarla, vio que se adentraba decidida en una cueva natural excavada en la roca caliza de un montículo. 

Tomás Guimerá Urquizú, cueva, cova

No dudó entonces en penetrar también él en la oquedad, donde, con gran sorpresa, halló una bella imagen de la Virgen —luego llamada de Miramonte— y una campana de mediano tamaño.
Cuando, tras poner a buen recaudo su ganado, llevó la noticia del hallazgo al pueblo, se organizó una procesión con el párroco al frente, decidiendo trasladar a la imagen y la campana a la iglesia.
Algunos años después, cuando el rey Sancho Ramírez de Aragón decidió enfrentarse a los musulmanes en batalla campal para intentar eliminar los obstáculos que se oponían en su camino hacia el Ebro, pasó por Biscarrués para ponerse humildemente bajo el amparo y pedir la intercesión de la Virgen, que le infundió los ánimos y valentía necesarios para vencer a los moros en la batalla de Piedratajada. Estaba terminando el siglo XI. Agradecido el monarca por la ayuda celestial, decidió crear una cofradía compuesta por treinta hidalgos y seis sacerdotes.
La campana es tan milagrosa como la propia imagen de la Virgen, pues ahuyenta las tempestades y las malas nubes que amenazan las cosechas, a la vez que remedia el dolor de las parturientas.
[Datos proporcionados por J. Esporrín.]

Tradicionalmente, la historiografía suponía que el emplazamiento de Piedra-Pisada correspondería a la actual Piedratajada, un lugar cercano a Ayerbe. Sin embargo, es insostenible que la palabra “pisada” con el paso de los siglos acabara transformándose en “tajada”, por lo que Ubieto rechazó esta ubicación. Es mucho más plausible que Piedra Pisada evolucionara en Piedra Pesada, Piedra Pisa, Piedra Piza o Piedra Pesa.


http://www.pasapues.es/mapas/comarcas/ribagorza.php


LA MUERTE DEL ÚLTIMO SEÑOR MORO DE MOMAGASTRE


2.32. LA MUERTE DEL ÚLTIMO SEÑOR MORO DE MOMAGASTRE
(SIGLO XI. PERALTA DE LA SAL)

A lo largo del siglo XI, la reconquista cristiana del territorio aragonés, aunque de manera lenta y con altibajos, fue progresando hacia el sur, empujando poco a poco a los musulmanes hacia el río Ebro, que constituía una auténtica barrera natural. No obstante, tanto en tierras del Sobrarbe como de la Ribagorza todavía quedaban algunos pequeños enclaves moros que se resistían de manera enconada, cual era el caso, entre otros varios, del señor musulmán de la fortaleza de Momagastre.

 torre del homenaje, castillo de la Mora, Monmagastre, Peralta de la Sal

No obstante, también este caudillo agareno, cada vez más aislado de sus correligionarios, se vio forzado como tantos otros a desalojar su fortificado y estratégico enclave, desde el que sus antecesores habían dominado durante más de trescientos cincuenta años la comarca circundante. Por lo tanto, no es de extrañar que lo hiciera no sólo entristecido sino también malhumorado, lo que le llevó a apoderarse por ira y despecho, durante la huida, de la imagen de la Virgen que presidía el altar principal de la cercana ermita de Peralta de la Sal.



Mico, Laborda, Valderrobres, piedra, pedrolo, roca, eixecacóduls, rabosí


En su forzado camino hacía el exilio, aún no se había distanciado mucho de la ermita que acababa de expoliar cuando una enorme piedra desprendida de la montaña, no se sabe si empujada o no por los cristianos, lo derribó de su cabalgadura, quedando sepultado bajo su enorme mole y causándole la muerte en el acto; otra piedra algo menor de tamaño hizo lo propio con su hermoso caballo. 

Moncho, Ramón Guimerá Lorente, piedra, pedrolo, roca, eixecacóduls, roquerol

La imagen de la Virgen, sin embargo, de manera inexplicable quedó absolutamente intacta y fue devuelta a su propia ermita por los cristianos que, desde entonces, dieron en llamarla «Virgen de la Mora».


Alejandro Zorrilla, piedra, pedrolo, roca, eixecacóduls, roquerol


Las dos piedras —la grande conocida todavía hoy como la «Piedra del Moro»— pueden verse aún, y es costumbre viva que quienes pasan junto a ambas, en señal de desaprobación, lancen una piedra contra la mayor, aquella que acabó con la vida del último señor moro del castillo de Momagastre, que no se resignaba a tener que abandonar la tierra de sus ancestros.

[Andolz, Rafael, «La piedra del Moro», Cuadernos Altoaragoneses, 103 (1989).]




LA ESCLAVA LIBERADA EN BARBASTRO


2.31. LA ESCLAVA LIBERADA EN BARBASTRO (SIGLO XI. BARBASTRO)

Las armas finalizaron su luctuoso quehacer y pareció recobrarse la calma. Tras la conquista cruenta de la ciudad por las tropas cristianas que capitaneaba el conde Armengol, Barbastro se convirtió en un auténtico centro de lujo, de placeres sin límite y de vida disipada. Los vencedores caballeros cristianos se habían adueñado de las casas, las ropas, los enseres y los tesoros de sus antiguos moradores musulmanes y, servidos por hermosas esclavas moras, se entregaban al ocio y al disfrute sin fin.
Cuenta la leyenda que, en una de estas casas, había vivido y vivía todavía una doncella —ahora hecha esclava por un guerrero cristiano— famosa en toda la comarca por su forma tan hermosa como triste de cantar, delatando sus ojos la amargura de una pena infinita.

Un día llegó a la casa del cristiano un mercader judío reclamando a la muchacha en nombre de un joven moro, que estaba dispuesto a entregar por el rescate de ella hasta cuatrocientos caballos cargados con hatos repletos de perfumes, joyas y sedas.

LA ESCLAVA LIBERADA EN BARBASTRO

El noble cristiano despreció todas aquellas riquezas que le eran ofrecidas, y aun mostró amontonadas en un patio las suyas propias al emisario judío, dándole a entender que no era dinero lo que necesitaba. Pero ante la auténtica fortuna que se le ofrecía, valoró como no lo había hecho hasta entonces a la joven mora, que esperaba ansiosa la decisión. El señor cristiano no pudo resistir la mirada cargada de tristeza de la joven y se apiadó de ella, tanto que la dejó libre sin querer percibir nada a cambio.
La muchacha mora fue conducida y custodiada hasta la cercana Fraga por guardianes guerreros del señor cristiano y, a orillas del Cinca, que entonces corría bravío, fue entregada a su amante moro. Y cuenta el poeta que, a su regreso, uno de aquéllos guerreros lloraba.
[Turk, Afif, El Reino de Zaragoza..., págs. 94-95.]

https://leyendasdehuesca.wordpress.com/2015/02/12/la-esclava-liberada-de-barbastro/


https://www.tesisenred.net/bitstream/handle/10803/2068/04.JSC_IV_Fiscalidad.pdf?sequence=4&isAllowed=y baronía de Fraga
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/35559/4/04.JSC_IV_Fiscalidad.pdf


http://www.anchelconte.es/wp-content/uploads/2015/12/La-aljama-de-moros-de-Barbastro.pdf




BARBASTRO, TOMADA GRACIAS A UNA TRAICIÓN


2.30. BARBASTRO, TOMADA GRACIAS A UNA TRAICIÓN (SIGLO XI. BARBASTRO)

Tras cabalgar varias jornadas por tierras resecas de Huesca en permanente estado de guerra, el relativamente numeroso ejército cruzado aragonés que capitaneaba el propio rey Sancho Ramírez se dirigió por los terrenos quebrados del somontano hacia el enclave de Barbastro, importante y populoso centro comercial y agrario musulmán, sometido a la jurisdicción del señor de Lérida, entonces al-Muzaffar, quien, cogido completamente por sorpresa, no pudo reaccionar ante el ataque cristiano. La ciudad del Vero trató de resistir en espera de ayuda exterior, pero tras cuarenta largos y agotadores días de asedio continuado, la plaza acabó por rendirse.
Como en tantas otras ocasiones, los cronistas árabes, al tratar de justificar tan rotundo y lamentable fracaso —del que pronto tuvieron noticia en la propia capital cordobesa—, culpan del mismo a un moro traidor, cuyo nombre silencian, que habría mostrado al enemigo cristiano, no se sabe por qué motivos, las fuentes que abastecían de agua de la ciudad, dato fundamental para organizar la estrategia del cerco; aunque otros cronistas más cautos hablan de una enorme piedra que las cegó por azar tras una tormenta, dejando desabastecida de agua a la población barbastrense.

río Vero

A los vencidos, que fueron tratados con mucho rigor tras la rendición, se les requisaron todas sus riquezas, fueron considerados cautivos, y unos seis mil de ellos fueron ejecutados. El botín del general cristiano que había dirigido el asedio consistió en más de un millar de doncellas, además de las siete mil que regaló a su rey, más de quinientas cargas de objetos diversos. «Nunca —se duele tristemente el cronista— habían actuado así contra los musulmanes» los cristianos, lamentando que, de cara al futuro, este pudiera ser el espíritu de la tan anunciada cruzada.
[Viguera, M.ª Jesús, Aragón musulmán, pág. 150.]



LA DRAMÁTICA RENDICIÓN DE BARBASTRO, 1064


2.29. LA DRAMÁTICA RENDICIÓN DE BARBASTRO (1064) (SIGLO XI. BARBASTRO)

LA DRAMÁTICA RENDICIÓN DE BARBASTRO (1064) (SIGLO XI. BARBASTRO)


Según el famoso historiador árabe Ibn-Hayyan, a mediados de agosto del año 1064 llegó a la ciudad de Córdoba —en el corazón de al-Andalus— la desgraciada noticia de la caída de Barbastro, ciudad que los musulmanes habían creado de la nada, a manos de los cristianos. Como los musulmanes sitiados sufrían una sed tremenda, esta desesperada situación les había obligado a ofrecer su rendición al enemigo, a cambio de que se respetaran sus vidas. Accedió aparentemente el general cristiano, pero, una vez rendida la plaza, ordenó a sus soldados que mataran a los vencidos con sus espadas, violando así su promesa, muriendo cerca de seis mil moros barbastrenses.

río Vero
río Vero

Tras aquella desleal e ignominiosa matanza, aún ordenó el general cristiano a los habitantes moros que abandonaran la alcazaba donde se habían refugiado durante tantos días de asedio. Tan sedientos estaban todos que muchos ancianos y niños acabaron con sus vidas atropellados al correr la multitud en masa hacia las aguas del río Vero, mientras los más hábiles y fuertes se deslizaban por medio de cuerdas desde lo alto de la muralla. Gran número de mujeres musulmanas perecieron también al llegar al río, pues se echaron al agua bebiendo de manera inmoderada. La ciudad barbastrense era un auténtico y dantesco caos, donde imperaba la muerte.
El guerrero vencedor impuso su propia ley y los soldados cristianos recibieron en recompensa las casas y haciendas de los moros vencidos, incluidas las familias que en ellas moraban. Muchos, ávidos de codicia, sometieron a sus miembros a tremendas torturas para tratar de encontrar las preciadas riquezasque creían escondidas, a la vez que violaban a las mujeres e hijas de sus prisioneros, mientras éstos asistían encadenados a tan brutales escenas con lágrimas en los ojos y con los corazones destrozados.
En Córdoba, la triste noticia corrió rauda, abriendo una tremenda herida en el alma colectiva del pueblo andalusí.
[Turk, Afif, El Reino de Zaragoza en el siglo XI de Cristo (V de la Hégira), págs. 90-91.]

Hégira:

  • Emigración o huida de Mahoma de La Meca a Medina, que tuvo lugar en el año 622 y se toma como punto de partida de la cronología musulmana.
    1. 2.
      Era de los musulmanes, que se cuenta a partir de este año.





    https://www.vinasdelvero.es/

    http://www.bebesomontano.com/es/articulos/29/bodegas-vinas-del-vero.html


    Morella, 1251, enero, Jaime I

    1251, gener 19. Morella

    Jaume I regula la forma de neteja, conservació i reparació de les séquies i els assuts del terme de València.
    Jaime I regula la forma de limpieza, conservación y reparación de las acequias y los azudes del término de Valencia.
    Chapurriau: Jaime o Jaume primé regule la forma de llimpiesa, conservassió y reparassió de les séquies y los assuts del terme de Valénsia

    Arxiu de la Corona d'Aragó. Barcelona. Cancelleria. Còdex 9 de la Casa Reial, ff. 12v-13r. Còpia simple de principis del segle XIV

    V. Garcia Edo. Llibre de Privilegis de València. València 1988, doc. 28

    Noverint universi, quod nos Iacobus, Dei gratia rex Aragonum, Maioricarum et Valencie, comes Barchinone et Urgelli et dominus Montispesulani, per nos et nostros concedimus et statuimus imperpetuum, quod cequiarum condiciones sive cequiarii civitatis Valencie et eius termini, semel in anno de solo ad solum ex toto et funditus purgent cequias, et ultra dictam purgacionem purgent eas de erbis semel quolibet anno, et non redeant ad aquam in cequiis quousque iurati vel eorum substituti viderint si sufficienter cequie fuerint mundate modo predicto, et semel in anno faciant brachallos mundari de solo ad solum, ab heredibus habentibus hereditates contiguas ipsi bracallis.
    Et per quod partitores omnes aquarum faciant et rehedificent ipsi cequiarii secundum modum statutum et forman pristinam, et quod pontes, per quos non transierint aliqui, nisi habentes hereditatum, faciant rehedificari ab heredibus hereditatum ad quas hitur ad pontes ipsos, et quod rupturas cequiarum rehedificent cequiarum, secundum modum et formam et statutum pristinum.
    Et si rupta fuerit resclosa reparent eam ipsi cequarii infra octo dies in estate, secundum formam, statutum ad modum pristinum, et non accipiant a fanechatas ortorum vel vinearum, nisi secundum quantitatem iovatarum in quibus panis seminatur, et in vendiote cequiarum que facta fuerit eis simper exprimatur quantum debeant accipere pro qualibet iovata terre ab illis, et que cequias vel cequiarum filiarías diruent vel aliqua dimitent ire indebite, et non redierunt aquam ad matrem tempore quo debuerint, sive non fuerint eis necessaria, exigant et extorquiant penas constitutas in consuetudine, et distringant hereditarios quod mundent braccallos semel in anno et nisi infra diem cequiariis eis assignata mundaverint, cequiarii mundent eosdem braçallos et habeant heredibus duplum mundacionis.
    Et si hereditarius qui regabit vel non rigaverit vel alias proiceret aquam in viis, solvat V solidos et restituat dampna passo quadam fuerint transeuntibus vel quibuslibet aliis hereditari cum distringant et pignorent, ad cognicionem iuratorum et sine curia, cequiarium, si non miserit aquam sufficientem in cequiam, dum possit eam accipere et invenire in Godalaviar.
    Et si non mundaverit cequiam de solo ad solum et de erbis pro ut supradicitur, et sic mundata, si non hostenderint, et eam iuratis antequam redeant aquam in marem.
    Et si non fecerint mundari braçallos, sicut dictum est.
    Et si non prohibuerit quod non effundatur aqua in viis publicis.
    Et si non reffecerit franctionis et partitores aquarum modo predicto.
    Cequiarii in super qui cequiam extrahent de encanto vel alias cequiarum detentores, iurent et obligent bona sua antequam recipient cequias, ut faciant et compleant et compleri faciant omnia supradicta.
    Datum Morelle, XIIII kalendas febroarii anno Nativitatis Domini Mº. CCº. quinquagesimo.
    Signum Iacobi Dei gratia regis Aragonum, Maioricarum et Valencie, comitis Barchinone et Urgelli, et domini Montispesulani.
    Signum Guillelmi ça Rocha, qui mandato domini Regis pro Guillelmo Scribe notario suo, hec scribi fecit loco die et anno prefixis.

    Jaime I regula la forma de limpieza, conservación y reparación de las acequias y los azudes del término de Valencia.


    Universitat Jaume I. Castelló. Arxiu Virtual Jaume I -http://www.jaumeprimer.uji.es
    Document nº 001865