Amics de Fraga

amics de Fraga associació cultural

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Aragón ha vivido de siempre rodeada de otras culturas, con las que se ha relacionado vivamente: desde el reino de Navarra pasando por el de Castilla, el de Valencia y los condados catalanes. Y esas relaciones y la historia compartida nos ha marcado la evolución de nuestra cultura: nacimos de reyes navarros, casamos a una hija de un rey aragonés con un conde de Barcelona, conquistamos Valencia, y unimos Castilla y la Corona de Aragón con la boda de sus reyes, conformando así España.
En cuanto a la forma de hablar, la lengua aragonesa, al igual que la de los vecinos mencionados, derivó del latín impuesto por los romanos, pero aragonés, catalán y valenciano evolucionaron en paralelo con la fuerte influencia de las lenguas occitanas del sur de Francia, y al amparo de la relación que implicaba el ser tierras de la Corona de Aragón, eran todas muy parecidas entre sí. Posteriormente, al fundirse la Corona de Aragón con Castilla, la lengua castellana se fue imponiendo en Aragón, empujando a la lengua aragonesa hacia su periferia, quedando viva en las lenguas pirenaicas (la que nosotros denominamos “altoaragonés”) y en las tierras frontera con la actual Cataluña (la que denominamos “aragonés oriental”, que aglutina a las modalidades: literano, fragatí, maellano, fabarol, bajo aragonés,… y todas las denominaciones propias que sus hablantes les apliquen, incluyendo la extendida denominación de “chapurriau” de todos aquellos cuyo gentilicio no favorece la denominación de su habla.
Y una constante de todos los aragoneses de estas tierras periféricas de Aragón es su fuerte sentimiento e identidad aragonesista y el cariño por su forma de hablar, que hemos hecho perdurar desde hace 900 años. Los aragoneses de la zona oriental de Aragón defendemos con orgullo nuestra lengua frente a los ataques modernos que insinúan que lo que hablamos es idioma catalán, falsedad que no se sostiene ni por historia ni por filología, fruto de las ansias de expansión y poder de los dirigentes nacionalistas catalanes, que andan comprando voluntades para hacer cuajar su proyecto de “paisos catalans”, entelequia moderna con que se quieren adueñar de los territorios de la antigua Corona de Aragón para ser mayor potencia en Europa, pues duplicarían habitantes y territorio. Y para ello no dudan en falsear historia y demás ciencias, intentando borrar el nombre de Corona de Aragón para denominarla “confederación catalano-aragonesa”, ellos delante, por supuesto.
Así las cosas, al politizarlo desde Cataluña, el asunto de las hablas de Aragón ha dejado de ser un tema cultural y científico para ser parte de los intereses políticos de los partidos aragoneses. Los de izquierda, PSOE, CHA e IU, muy influenciados y apadrinados por partidos catalanes, apuestan por defender los intereses del nacionalismo catalanista y pregonan que en Aragón se habla catalán, hasta el punto que unidos consiguieron aprobar una ley de lenguas que imponía el idioma catalán como lengua de Aragón, ilegalizando todas las modalidades aragonesas de la zona oriental, despreciando a sus hablantes aragoneses. El cambio de gobierno con la entrada de PP y PAR, ambos favorables a la defensa y supervivencia de las hablas aragonesas, dio la oportunidad de romper esa locura de obligaciones que solo al catalanismo beneficiaban, y promulgaron una nueva “Ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón”, que apuesta por defender todas y cada una de las hablas aragonesas, como parte del patrimonio cultural e histórico aragonés. En consecuencia, esta ley 3/2013, del 9 de Mayo protege los intereses de los aragoneses, y hemos de unir nuestras fuerzas de forma activa para acompañar al Gobierno del PP+PAR en le desarrollo de la ley y reforzar su entramado para que sea un bastión firme de la lengua aragonesa y sus modalidades lingüísticas, entre ellas, el “fragatí”.
Otra prioridad, y en paralelo, es exigir que se desmonte de forma definitiva la catalanización de Aragón que el PSOE patrocinó, que solo beneficiaba al catalanismo y era una ofensa y una amenaza para Aragón, pues desde el nacionalismo catalanista siguen defendiendo que “quien habla catalán es catalán”, y promocionan sus falsos “paisos catalans” que convertirían a 60.000 aragoneses en catalanes. Y si encima sumamos su proyecto de independizarse de España, nos estaríamos jugando el dejar de ser españoles.
Yo amo aragonés oriental