Que se vayan pero sin nosotros



En la franja oriental de Aragón se resisten a adoptar el catalán, pese a las presiones. Dicen que el nacionalismo catalán se queja de Madrid, pero hace lo mismo con ellos.

 http://www.larazon.es/historico/160-que-se-vayan-pero-sin-nosotros-KLLA_RAZON_500924?sky=Sky-Septiembre-2017#Ttt12q67OFsFae2J

Es una pequeña zona, en la que sus habitantes se esfuerzan por ser reconocidos por otra región vecina, mayor y más poderosa. Quieren defender su identidad y su idioma frente a lo que consideran una imposición de otro modo de entender la vida. Dicen que la otra región tiene más dinero, que ha intentado convencerles de que forman parte de una historia común y, que pese a lo que digan las fronteras, ellos son lo mismo, el mismo país, la misma cultura.
Estamos hablando, claro, de Cataluña. 

Es decir, que Cataluña es la región poderosa, fuerte y con dinero, mientras que son los pequeños pueblos de Aragón oriental los que se defienden como pueden del vecino poderoso.

A La Codoñera una pequeña localidad de la franja oriental de Aragón, de apenas 500 habitantes, y donde el invierno se hace duro, la llaman la localidad rebelde

En La Codoñera viven del cultivo de secano y llevan una vida de pueblo, lejos de casi todo, «autóctonos», como dicen ellos, con unas preocupaciones y un ritmo de vida distinto al que se manejan en las grandes ciudades. 

Pero La Codoñera, y aquí empieza la historia, geográficamente está situada muy cerca de Lérida /Tarragona , aquí s'ha embolicat lo que escriu /


La Codoñera es, a veces, aunque no quieran, aunque se enfaden y se rebelen los que allí viven, La Codonyera. Sus habitantes hacen frecuentes viajes de ida y vuelta entre el pueblo y Lérida. Algunos acaban trabajando en Cataluña y luego pasan las vacaciones en su tierra natal. Como en otros pueblos de la zona, son habituales los matrimonios mixtos, entre catalanes y aragoneses. Las relaciones entre vecinos son amistosas. Y muchos padres y abuelos viajaron a Cataluña para trabajar, los acogieron y los dieron de comer. «Pero, por nuestra manera de sentir, por nuestra idiosincrasia, no nos sentimos identificados con las costumbres catalanas», asegura la alcaldesa de La Codoñera, María José Gascón.
En Aragón no aguantan que les cambien los nombres de las calles, que les digan cómo se llama su pueblo o que den nombre al idioma que hablan. «Chapurriau, que significa balbucear y del que estamos orgullosos». Chapurriau, que se parece y podía ser confundido con el catalán.  Pero que no lo es, ni por asomo, dicen en La Codoñera y en otras localidades cercanas. Se puede llamar aragonés oriental o chapurriau, pero no catalán, porque no es catalán. 




No es sólo cuestión de un idioma, es lo que viene con el idioma: las casas culturales que se abrieron en poblaciones ya grandes como Fraga y los jóvenes que, en ocasiones, llegaban con banderas esteladas a explicar todo lo que compartían. Es la pequeña rabia silenciosa que les crece cuando ven que la televisión pública catalana, TV3, da el tiempo de esos pueblos de Aragón, como si fuesen catalanes o que el BOE, el pasado octubre dijera que doce regiones aragonesas pertenece a Lérida. Y por último, la ley de lenguas actual, y a punto de ser sustituida por otra, que hacía del catalán un idioma oficial en la zona y, por tanto, se tenía que impartir en los colegios. Cuentan los vecinos que cuando los niños llegaban a casa y oían hablar a los padres el chapurriau les decían que estaban hablando mal el catalán, que es lo que les decía el profesor en el colegio. Y en algunos mapas extraoficiales aparecían formando parte de los «Països Catalans».

Independencia
Pero están al otro lado de la  frontera autonómica y desde ahí observan con curiosidad la campaña electoral de sus vecinos, en la que un punto fundamental es la posible independencia de Cataluña. La Codoñera es un territorio de Aragón, ¿pero  La Codonnyera sería catalana, sería otro país, no? «No, no, no, ¡ni  me lo nombres! Para nosotros sería el harakiri, ni hablar. En nuestro pueblo ni hablamos de eso, que hagan lo que tengan que hacer, lo que quieran, pero que a nosotros nos dejen en paz», se exalta María José Gascón.
 «El nacionalismo catalán que se queja de Madrid, está, sin embargo, haciendo lo mismo con nosotros. Aquí  se han presentado  los partidos catalanes y no sacan votos, pero siguen diciendo que somos como ellos. Que se independicen, que lo hagan, que hagan lo que quieran, pero sin llevarnos a nosotros», dice un vecino desde el anonimato.

«Nosotros somos de pueblo», continúa la alcadesa de La Cordoñera, también profesora, que llega a casa cargada de libros y se va encendiendo según avanza la conversación. Son de pueblo y con mucho orgullo. Son de pueblo, con todo lo que eso significa. Nunca han admitido que en su colegio haya un profesor de catalán y un día, que llegaron dos conferenciantes desde Cataluña, uno de ellos de ERC, para explicar el catalanismo, para decirles que, como hablaban lo mismo, tenían la misma identidad,  

La Codoñera se olvidó de las disputas entre ellos: se pusieron todos camisetas e hicieron pancartas, orgullosos de lo que hablaban: «No somos analfabetos, hablamos chapurriau». Cuando los conferenciantes iban a comenzar su exposición, no les dejaron. Al final, se marcharon sin poder hablar.




«A veces nos hemos sentido amedrentados –explica María José Gascón–. Como si el objetivo final de todo fuese anexionarnos a ellos. Creo que a la larga ése era el plan». Tienen la impresión, además, de que sus vecinos catalanes, institucionalmente, los minimizan, los miran por encima del hombro.  Por eso defienden su territorio con la fiereza de quien se siente amenazado. Aseguran que si dialogan un aragonés chapurriau y un catalán catalán, uno de los dos tendría que cambiar de idioma, porque no se entenderían. Puede ser una exageración, pero consideran que también están defendiendo su modo de vida. «Es que a nosotros nos gusta la jota, y no la sardana», continúa la alcaldesa. 











Relaciones más tensas


Las que eran relaciones cordiales se han ido enfriando con diferentes problemas: desde el clásico de a quién pertenecen los bienes sacros de las iglesias de la zona, hasta un problema humanamente más grave como es el de la sanidad, cuando para los vecinos de los pueblos de Aragón se ha vuelto más complicado pasar al hospital de Lérida para ser atendidos. Con la crisis económica no es tan fácil atender a gente de otras autonomías. «Antes íbamos a comprar allí –cuenta un vecino–. Ahora vamos a Binéfar».


En esa zona, las misas siempre se han hecho en castellano, pero hubo un momento en que se planteó hacerlas en catalán; los curas se negaron. Un vecino de Tamarite, que vive en Barcelona y que no quiere dar su nombre, cansado de las presiones, cuenta que en sus idas y venidas de un lugar a otro, nota siempre una diferencia, sobre todo en fiestas. En el último pueblo de Lérida (que siempre dice Lérida y no Lleida) en las farolas cuelgan banderas catalanas, la calle repleta de banderas. Al cruzar a Aragón, una farola tiene una bandera aragonesa y la siguiente, española


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Viaje por la frontera de palabras

http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/comarcas/viaje-frontera-palabras_309491.html

El interior de la provincia de Castellón esconde sorpresas lingüísticas como los dialectos y localismos de los municipios de la frontera del valenciano y el castellano.

Llegan las vacaciones y una buena opción es el turismo lingüístico. Esto es, visitar zonas con dialectos o hablas peculiares y conversar con los lugareños. La frontera entre el valenciano y el castellano a lo largo de la provincia ofrece casos muy interesantes. Y también hermosos paisajes, para quien no le contente la lingüística

En el sur de la provincia la frontera idiomática discurre a tan solo 20 kilómetros del mar. En la villa de Chóvar, por ejemplo, se habla un castellano con confusión de la ese y la zeta y un cierto deje aragonés
Rafael Manzana, jubilado del lugar que pronuncia su apellido mansana, explica que "a las almendras les badamos la piel". Pero esta tarea se hace más pesada si los almendros se encuentran en lo alto de una rocha, que es como se conoce a las cuestas en la Sierra de Espadán.
Estos localismos no se dan solo en zonas rurales. Los habitantes de la Vall d´Uixó llaman coltxo al botijo de beber y antemós a una persona de corto entendimiento. Ya en el corazón de Espadán, Algimia de Almonacid genera palabras de origen incomprensible como litero, que significa tanto sol como calor. "Mira que está cascando un litero que bada las piedras", dice Pepe Calvo, natural de la localidad, al referirse a un día bochornoso. "Los de Alcudia nos dicen que al sol lo llamemos litero, pero lo cierto es que ellos hablan un chapurriau que no hay quien los entienda", explica. Y es que muchos lugareños denominan chapurriau a estas hablas limítrofes.

Desde Azuébar, César Ortín señala que "es raro ver personas hablando valenciano en el pueblo, pero lo comprendemos gracias a Canal 9". Lo cierto es que pocos habitantes de la zona se lanzan a hablarlo. Uno de ellos es Calvo, quien cuando es preguntado en valenciano contesta "poquet a poquet el parlaré". A este intento de hablar la lengua de Joanot Martorell suelen llamarlo churro. Un término que según Calvo no es despectivo, ya que sus orígenes "se remontan a los tiempos de la Reconquista, cuando los señores de la zona juraban lealtad a Jaime I. Cada uno de ellos decía jo jure, pero llegó el turno del señor de esta parte y soltó yo churro". 

Más de 81.000 aragoneses saben hablar catalán o aragonés

Más de 81.000 aragoneses saben hablar catalán o aragonés (un 6% de la población total de Aragón), según el primer censo de estas lenguas, realizado por el Seminario aragonés de sociolingüística (vinculado a la Universidad de Zaragoza). Según este informe, elaborado a partir de los datos del último Censo de Población y Viviendas del INE (de 2011), en Aragón 55.513 personas saben hablar catalán y 25.556, aragonés.

"Es el primer censo completo que se realiza en Aragón del número de hablantes de catalán y aragonés y sus características sociodemográficas. El Censo de Población y Viviendas realizó 176.623 encuestas en Aragón, por lo que los datos tienen una gran fiabilidad estadística. Este estudio nos permite conocer y analizar la realidad lingüística de la comunidad autónoma", afirma Natxo Sorolla, sociólogo, originario del Matarraña, profesor en las universidades Rovira i Virgili y Autónoma de Barcelona, y uno de los autores del estudio.
El censo -que se presenta este lunes en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza- es fruto del trabajo de varios años de los sociólogos Natxo Sorolla, Anchel Reyes, Chabier Gimeno, Miguel Montañés y Pep Espluga, y el profesor de ingeniería Juan Pablo Martínez, en colaboración con el Instituto Aragonés de Estadística.
El 10% de la población aragonesa entiende una de las dos lenguas minoritarias. La competencia oral es mucho mayor que la escrita. Muchos hablantes de catalán o aragonés no saben escribir en estas lenguas. En total hay 81.069 hablantes de ambas lenguas, pero solo 44.119 declaran que saben escribir (27.110 catalán y 17.009 aragonés).


¿Dónde se habla?
Las comarcas donde históricamente se habla catalán son seis: Ribagorza, La Litera, Bajo Cinca, Bajo Aragón-Caspe, Matarraña y Bajo Aragón. En esta zona, seis de cada diez habitantes entienden el catalán y cerca de la mitad lo saben hablar. Las comarcas con más hablantes son el Matarraña (56% de su población) y el Bajo Cinca (46%). Donde más gente sabe escribirlo es en La Litera (uno de cada tres habitantes).
Las comarcas donde el aragonés es propio son siete: Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe, Hoya de Huesca, Somontano de Barbastro y Cinca Medio. Las comarcas con mayor proporción de hablantes de aragonés son la Ribagorza (20%) y Sobrarbe (10%).
Un caso especial es el de la Ribagorza, la única comarca trilingüe de Aragón, según recoge el informe. El 17,5% de sus habitantes saben hablar catalán y el 20,7%, aragonés. En la encuesta no se preguntaba si se usaban las dos lenguas, por lo que los autores recomiendan que se incluya esta pregunta en el futuro.
En Zaragoza también se habla catalán y aragonés
El catalán y el aragonés estaban históricamente muy localizados, pero la emigración rural del siglo XX ha extendido su uso a otras zonas. Ahora, alrededor de una cuarta parte de los hablantes de aragonés o de catalán están en la comarca de Zaragoza.
En la ciudad de Zaragoza hay 12.291 hablantes de catalán y 7.183 de aragonés. En Huesca, 1.558 de catalán y 1.048 de aragonés. Y en Teruel, 671 de catalán y 488 de aragonés. Destaca el alto número de hablantes de catalán en la única ciudad del ámbito históricamente catalanohablante, Fraga (7.357), pero también en zonas de proximidad como Alcañiz (1.226). En Ejea hay 700 hablantes de aragonés por 50 de catalán. Otras ciudades aragonesas también tienen hablantes de ambas lenguas: en Barbastro, 799 de catalán y 649 de aragonés; en Jaca, 211 y 273; en Monzón, 1.208 y 629; en Sabiñánigo, 204 y 354.
Los hablantes de aragonés y catalán que viven en Zaragoza proceden en menor medida de zonas de uso histórico (11% y 7% respectivamente). Muchos proceden de otras zonas de habla catalana que por motivos de estudio o trabajo se han instalado en Zaragoza. Y hay un importante número de neohablantes, que han aprendido aragonés en cursos.
Los mayores conocen las lenguas más que los jóvenes
El censo analiza los datos según diferentes variables sociodemográficas. No hay mucha diferencia por sexo o por nivel de estudios, pero sí por edad. En las zonas de mayor vitalidad del habla aragonesa (Ribagorza, Hecho y Ansó), los mayores son los que más lo hablan (aunque lo escriben muchos menos). El 30% de sus hablantes tiene más de 65 años. Y solo el 5% tienen menos de 16 años.
En el caso del catalán no hay tanta diferencia. Los porcentajes de hablantes de la lengua son similares a la distribución de la población por franjas de edad. El 22% de los hablabantes de catalán tienen más de 65 años y el 9%, menos de 16.
Una novedad de este informe es el estudio de la transmisión de las lenguas en el ámbito familiar. Los autores advierten que la transmisión familiar del aragonés se está perdiendo, por lo que se convierte en una lengua "amenazada". En las zonas de mayor vitalidad del aragonés, el 56% de los padres y el 50% de las madres lo transmiten a sus hijos. En el 32% de los casos se rompe la transmisión. Y en el resto, los jóvenes lo han aprendido por otras vías.
En el caso del catalán, casi el 80% de las familias lo transmiten a sus hijos. El informe atribuye este "éxito" al apoyo educativo desde los años 80, a una mayor visibilización social de la lengua y a la cercanía de territorios catalanohablantes (Lérida, Tarragona y Castellón). Sin embargo, sí se observa una reducción en las zonas más periféricas, como la Ribagorza, la Litera y el Mezquín (Bajo Aragón).
El aragonés, "amenazado"
"Tanto el catalán como el aragonés tienen una presencia importante en el territorio, más allá de sus zonas históricas. El estudio nos ha permitido constatar el proceso de sustitución lingüística del aragonés. Es una lengua amenazada, según la denominación de la UNESCO, y es urgente que las administraciones públicas lleven a cabo políticas de protección y promoción", asegura Natxo Sorolla.
Los autores del estudio concluyen que la situación del catalán es "estable, pero en retroceso en algunas zonas". Por ello piden campañas de divulgación de la lengua y "unas medidas educativas más ambiciosas".
Tanto el catalán como el aragonés se ofrecen como asignaturas optativas en los centros escolares de las zonas de uso mayoritario de estas lenguas (Pirineo y Aragón oriental). Cerca de 800 alumnos estudian las distintas modalidades de aragonés y unos 4.500, de catalán.

POLEMICA SOBRE EL ORIGEN DEL HABLA CACEREÑA DE VAL DE XÁLIMA

http://www.celtiberia.net/es/biblioteca/?id=1961&cadena=Fala

Hay muchos comentarios en la web de arriba !!

POLÉMICA SOBRE EL ORIGEN DEL HABLA CACEREÑA DE VAL DE XÁLIMA 

- La Junta y el BNG se enfrentan por ´La Fala´

El Ejecutivo regional tacha de "aprendices de brujos" a los nacionalistas
La reclamación por parte del Bloque Nacionalista Galego (BNG) de "medidas y políticas concretas" para defender el gallego que se habla, en su opinión, en los municipios cacereños de Erjas, Valverde del Fresno y San Martín de Trevejo, ha motivado la reacción de la Junta de Extremadura. El Ejecutivo regional ha recordado que en esa zona no se habla gallego, sino un dialecto derivado del tronco común del galaico portugués, con adherencias asturleonesas, resaltando la "magnífica salud" que goza este habla conocido como ´La Fala´.
El Gobierno extremeño expresó su confianza en que la Xunta de Galicia "desoirá los torpes cantos de sirena de estos aprendices de brujo con los que les ha tocado gobernar esa tierra hermana" y lamentó que "pierda el tiempo con tales fantochadas", unas declaraciones que han encendido las iras del BNG.
La vicepresidencia de la Xunta (en poder del BNG), que ostenta Anxo Quintana, señala que "se ha faltado gravemente al respeto del Gobierno gallego y a su presidente" y exige a Ibarra "disculpas a todos los gallegos".


Vídeo en youtube, la fala



Colocades urnes referendum Cataluña

Colocades urnes referendum Cataluña

Colocades urnes referendum Cataluña

CATALINA, divorcio, Cataluña

CATALINA, divorcio, Cataluña
CATALINA, divorcio, Cataluña

Catalina , mi mujer, me ha pedido el divorcio. Quiere quedarse con la casa y el coche, pero que pague yo la hipoteca y los plazos, y también quiere mantener el doble estado civil, soltera y casada.

Cómic de Valverde



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