36-40

36. CÓDIGO DE JUSTINIANO. Un volumen en folio en pergamino, de 418 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene los IX primeros libros de dicho Código. Le faltan algunas hojas del principio; el final está completo. Al examinar este Códice se comprende el mucho uso que se hizo de él en su tiempo para el estudio y para la enseñanza, pues obsérvase que todas las hojas están muy manoseadas. 
Pero lo que principalmente llama la atención, es el extraordinario número de glosas o comentarios que se ven en el margen; que la mayor parte parecen del mismo tiempo en que se escribió el texto. También hay notas de diferentes épocas, escritas con caracteres sumamente pequeños, muchas de las cuales están entre las líneas.
Además, todas las leyes de este Código, que son innumerables, tienen algún adorno o dibujo de colores; y al principio de los libros en que está dividido, hay en letras de colores alguna alusión al emperadorJustiniano; diciendo por ejemplo: Imperator Máximus, úotro nombre equivalente.

37. JUAN GUALENSE, de la orden de Frailes menores. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 258 páginas. Consta de dos partes. La primera, que comprende hasta la página 180, contiene la Suma o resumen de las Colecciones de los Frailes menores. Se halla dividida en distinciones, y estas subdivididas en partes. Después de los dos primeros folios, donde está el plan o distribución general de la obra, hay un prólogo. En el inventario de los Sres. Denifle y Chatelain consta que esta obra también se halla en el Catálogo de la biblioteca de Santa Genoveva, tomo I, p. 155, manuscrito 251, y en varias otras bibliotecas. Hace mención de la la misma el Bibliógrafo Sbaralea, en su Suplemento, página 429.
La segunda parte trata de la «Vida y costumbres de los filósofos» Este Códice está escrito en letras muy correctas, y también se hallan adornadas con dibujos de colores las iniciales de cada capítulo o párrafo.

38. CONCORDANCIAS DE LA BIBLIA.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 688 páginas. Es del siglo XIII.
Contiene tan sólo las concordancias que se comprenden desde la letra H hasta la O inclusive. Al fin del Códice hay una nota que traducida dice: «Concluye la letra O.» Es de creer que la obra estaba dividida en otros dos tomos, que debían comprender las letras anteriores y posteriores a las de este
Códice.

39. BERNARDO DE PARENTINIS. TRATADO ÚTIL SOBRE EL OFICIO DE LA MISA.
Un tomo en 4.° menor, en pergamino, de 220 páginas. Es del siglo XIV. Le precede un prólogo. Antes de este tratado hay otro más breve escrito en ocho folios de papel cartulina, que contiene como en resumen todo lo que debe observarse en la celebración de la Misa. Esta especie de cuaderno que se añadió al Códice, se conoce que fue escrito para instrucción del clero de esta diócesis, pues en la línea 13 de la página tercera se leen las palabras in Episcopatu dertusensi.

Lo demás que constituye el asunto principal del libro está dividido en capítulos. Al final hay un largo índice. En la última página se ve una nota de letra encarnada y muy antigua, que traducida dice: «Este libro es de Fray (sigue un nombre raspado que no es posible leer) de la orden de Predicadores.»
En este Códice están adornadas con dibujos de colores todas las iniciales de los capítulos y párrafos. Hay otro ejemplar en la Biblioteca de Chartres, manuscrito 423.

40. COLECCIÓN DE CÁNONES DEL PAPA ALEJANDRO III. Un volumen en 4.° en pergamino, de 180 páginas. Es de últimos del siglo XII o de principios del XIII. En la portada le faltan algunas hojas; el final está completo.
Respecto al motivo de haberse coleccionado separadamente los cánones o decretos del Papa Alejandro III, que ya se hallan en las Decretales de Gregorio IX, tal vez fue para dividir las materias en aquel tiempo en que el precio de los libros era tan crecido,
Se observa en este Códice y en casi todos los más antiguos, que en el margen de las hojas hay muchos puntos agujereados. Según parece, servían de guíapara escribir las líneas, hasta que más adelante se introdujo el uso del lápiz.
Al fin del libro hay unos curiosos versos en latín, escritos de otra mano y probablemente en diferente época. Cada verso se refiere sucesivamente a la Gramática, Dialéctica, Retórica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Luego siguen otros versos en la misma forma, alusivos a Prisciliano, Tulio, Pitágoras, Ptolomeo y algunos otros filósofos.


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31. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 138 páginas. Es del siglo XV. Está foliado con números romanos, del estilo propio del tiempo en que fue escrito este libro. Al principio tiene una nota que traducida del latín dice así: «Comienzan los Capítulos ordinarios, según el Breviario Romano.» Esto indica que dicho libro no fue escrito para esta iglesia, porque en aquella época esta catedral tenía su rito propio. Después en el folio 9 se halla otra vez la misma nota. Las iniciales de cada capítulo están adornadas con dibujos de colores. 

32. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 216 páginas. Es del siglo XV. Este Códice es muy parecido al anterior, aunque está mejor conservado. Fue escrito expresamente para esta catedral, como lo demuestra el epígrafe que traducido dice así: «Principian los Capítulos para todo el año, según el rito de la Santa Iglesia de Tortosa.» Antes de esto hay un Calendario muy completo, en el cual, lo mismo que en los de otros Códices de liturgia que hemos reseñado, además de expresarse los días del mes y de la luna, están las horas de día y de noche que tiene cada mes.
También son de notar en dicho Calendario algunos rezos que tenía entonces esta catedral. Entre estos se halla el día 9 de Noviembre, uno titulado: La pasión de la Imagen del Señor, o del Salvador, que es la misma imagen llamada del Santísimo Cristo del Salvador, de Bérito o de Beyrut, en Siria, que se venera en la parroquia del Salvador de Valencia desde el año 1250.
Este Capitulario también tiene adornadas con dibujos de colores las letras iniciales de cada capítulo. Al final están los principios de varias antífonas con notas musicales, que sin duda servirían para el Canónigo que estaba de semana en el coro.

33. GUILLERMO LAVINA. «Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, de la orden de frailes menores.» Tal es el título de este Códice, que forma un volumen en 4.° en cartulina, de 177 páginas. Es del siglo XIV. Se puede decir que está dividido en dos partes. Primeramente hay una serie de pláticas o meditaciones, y al principio un índice de todas. Se observa que después del índice hay cuatro folios truncados, que pertenecen a la segunda parte. Al fin de la primera parte, que concluye en el folio 76, hay una nota que traducida del latín dice: «Concluye el Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, Equitanie, de la orden de frailes menores.»
Sigue luego la segunda parte, que contiene los exordios para sermonesde todas las dominicas del año, y para los santosapóstoles, mártires, confesores, etc. Después hay una Tabla o división de puntos para sermones de diversas materias morales.
Al principio de este Códice se ve una nota de diferente letra y de época más reciente, que dice:
« Via salutis á Fr. Lavina» y después otra que dice: «Sermones de Inocencio 3.°» Mas parece que hubo en esto alguna equivocación, o tal vez se formó un segundo tomo por separado, en el cual se escribieron los sermones de Inocencio III, pues no existen en este Códice. Además en la última página hay una nota que traducida dice lo siguiente: «Concluye este libro, que se denomina de la salud, y que también contiene temas sobre las dominicas»; y nada dice de los sermones.
Es de creer que el Códice que nos ocupa sea muy conocido en las bibliotecas antiguas; porque los Sres. Denifle y Chatelain dicen que se publicó el siglo XV entre las obras de San Buenaventura; y que se halla en la biblioteca de Mazarine, n.° 888; en la de Rouen, n.° 660; y en la de Bordeaux n.° 331. También hace mención del mismo el escritor francés Bartolomé Haureau, en la Historia literaria que publicó a mediados de este siglo.

34. MISAL. Un tomo en 4.° prolongado, en pergamino, de 396 páginas. Es de fin del siglo XII o de principios del XIII. Al comenzar hay cuatro folios truncados, que parece no corresponden a aquel sitio. En el folio 5.° se ve una nota que dice, que este libro es de la sedeo catedral de Tortosa; y otra en que se lee esto: Fó estimat en LXX set sous. «Fué valorado en setenta y siete sueldos.» Sigue luego una larga oración de San Agustín y otra de San Ambrosio, para el principio de la misa, y la notable Epístola o Carta pastoral de San León Papa.
Después hay un antiquísimo Calendario, de tamaño más pequeño y de distinta letra que la del Misal. En este Calendario ya está la fiesta de San Rufo, y la de la Inmaculada Concepción; la primera el día 14 de Noviembre, como ahora, y la segunda también el 8 de Diciembre.
Son dignas de notarse en este Misal, así como en otros muy antiguos que hemos reseñado, varias oraciones, bendiciones y preces que ahora no se usan. Citaremos una que está añadida al final de la página 170, y se refiere al tiempo en que gran parte de España aún estaba en poder de los moros. Dice así, traducida del latín: «Omnipotente sempiterno Dios, en cuya mano están todas las potestades y todos los derechos de los reinos; dignaos auxiliar a los cristianos, para que las gentes paganas que confían en su ferocidad, sean destruidas con la fuerza de tu poder.»
En la página 166 hay un Prefacio con nota musical escrita según el uso de aquel tiempo.
A pesar de su grande antigüedad, este Códice se halla perfectamente conservado. Son de admirar en él las hermosas viñetas de colores muy finos, que están al principio de cada oración.

35. PEDRO LOMBARDO, O EL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en folio en pergamino, de 626 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene los cuatro libros del Maestro de las Sentencias. Al principio de cada libro hay un índice. Este Códice está escrito en finísimo pergamino y con caractéres muy correctos. Además todas las páginas están orladas con dibujos de colores. También tienen adornos las iniciales de cada capítulo. Los cuatro libros se encabezan con hermosas viñetas; pero falta la del libro 1.° que fue rasgada. En el margen hay algunas notas, aunque muy breves.

36-40


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26. PREPARACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LOS LIBROS III, IV Y V DE LAS DECRETALES. Un volumen en cartulina, folio grande, de 662 páginas. Es del siglo XIV. Aunque no tiene foliación, como tampoco la tienen la mayor parte de los Códices antiguos, en este se hallan muy bien designados todos los tratados, porque en cada folio y en la parte superior, está en letra encarnada el título de las Decretales que allí se contiene. Además el primer nombre con que comienza cada Decretal está escrito con letras muy grandes adornadas de colores.
Al fin de la última página de este Códice hay cuatro notas, puestas separadamente y de un modo especial. Su contenido ofrece mucha curiosidad, porque en ellas se hace alusión al Cisma de Occidente, o al tiempo del llamado Papa Luna, en que fue escrito este Códice, y a otros hechos históricos. Para no quitar nada del interés de estas notas, las copiamos en latín como están; advirtiendo que hay algunas líneas raspadas posteriormente, porque tal vez contendrían alguna expresión no muy conforme sobre el asunto del Cisma, que tuvo divididas por muchos años a algunas naciones católicas. Dicen así las notas.
«Iste liber fuit incoeptus in Montepesulano (Mompeller, Montpellier) XX die mensis Decembris, anno Domini MCCCXCIX et expletus in eodem loco, die vero secunda mensis Aprilis, Domino Benedicto digna Dei providentia Papae XIII, licet in Francia(sic) et in Castella eum non obedientes (Después de esto hay dos líneas que están raspadas) Et dictus Rex Francie cum aderentibus... Collegio Cardinalium quod tunc erat instante... Et eodem anno fuit depositus á subditis suis Rex Angliae(Richardus II) et alius in Regem electus, et ille qui depositus fuit in carceribus mortuus, licet Gualli multum Anglicos impeterent, et hoc propter filiam Regis Francie, quam dictus Rex Angliae qui depositus fuit in... Dominum Benedictum in palatio (Siguen otras dos líneas raspadas) tum et captum contra et circumtenendo. Quod hoc est actum et scriptum die sabbati, tertia die Aprilis mensis supradicti, anno Domini MCCCC quo currebat annus centenarius de indulgentiis Roma, licet multi abstinent propter Cisma.»

27. EVNAGELIARIO, (Evangeliario) Un volumen en folio en pergamino, de 538 páginas. Es del siglo XIV. Contiene los Evangelios de todas las Misas del año. Está escrito en letras muy grandes, y las iniciales de todos los Evangelios hállanse adornadas con dibujos de colores. Obsèrvaseque este
Códice está foliado; pero la foliación es de época más reciente, pues la letra es distinta de la del texto.
Después de insertarse todos los Evangelios, a continuación del folio 230 principia un Indice, que ocupa algunas páginas y parece truncado, porque se intercalan allí los Evangelios que no están en lo demás del libro.

28. LOS LIBROS DE EZEQUIEL Y DANIEL. Un volúmen en folio en pergamino, de 335 páginas. Es del siglo XIII. Este Códice es muy semejante a los del número 2, 12 y 23, que también contienen algunos libros de la Sagrada Escritura. Todas las letras del principio de los capítulos del texto, y de los comentarios, son de diversos colores y están adornadas con dibujos. También hay glosas o notas entre las líneas del texto. Además de los comentarios de los lados, hay otros en el margen de letra muy pequeña.
Al principio del libro de Daniel hay una preciosa viñeta. La que había al comenzar el libro de Ezequielfue cortada. Esto manifiesta la facilidad con que en los tiempos pasados hubieran podido desaparecer estos Códices, toda vez que sin ningún temor o reparo se cortaban las viñetas, por alguien que tal vez no conocía el mérito del Códice.
Al fin de la penúltima página se lee una nota de distinta letra, que dice: Iste liber est Domini, Dei gratia, Archiepiscopi Auxitani. Después debió adquirirlo esta catedral; y por ello se observa que las dos últimas palabras están algo raspadas y apenas pueden leerse.

29. MISAL SEGÚN LA COSTUMBRE O RITO DE LA IGLESIA DE TORTOSA.
Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 876 páginas, además de los 37 folios del principio que no tienen numeración. Es del siglo XV. Este grandioso Misal, aunque no es de los más antiguos de esta iglesia, como obra de arte y de suntuosidad es de lo más notable que se compuso en aquellos tiempos. Su estilo se diferencia del de los otros Misales y Códices; las letras también son mucho más grandes. Todo revela una obra monumental, así en la clase de pergamino que se empleó, como en la profusión de adornos, pues los hay en todas las iniciales de cada oración, y en las Epístolas, Evangelios etc.
Dicho Misal pesa nueve kilos, a pesar de que la encuadernación es sencilla, y que sólo están las Misas de las festividades, dominicas y ferias. No se sabe el motivo de no haber puesto también las Misas de los Santos; tal vez se tendría el proyecto de insertarlas en un segundo tomo del Misal, y no llegó a realizarse.
Al principio hay un grandioso Calendario que ocupa doce extensas páginas. Además de los días del mes, y de la luna, están las horas que tiene el día y la noche de cada mes. Como este Misal se escribió para uso de la iglesia de Tortosa, en las fiestas que en esta catedral se celebraban con cierta solemnidad, se expresa el número de cantores que debía haber en el coro. Después están las advertencias que se hallan en todos los Misales, respecto a lo que puede ocurrir en la celebración de la Misa; todo escrito en letra muy grande. Luego siguen los Prefacios y el Cánon de la Misa. El Cánon principia con una bellísima letra inicial, y todos los caracteres del mismo son mayores, como lo son también los de las oraciones de las Misas.
Concluido el Cánon, al principio del folio siguiente hay una inscripción con una preciosa inicial, la cual inscripción traducida del latín, dice: «Principia el Misal según la costumbre de la iglesia de Tortosa.» Desde allí en adelante todos los folios están numerados. Sin duda no se numeraron los anteriores, porque lo contenido en ellos no pertenece al rito especial de la iglesia de Tortosa.
Hállase este Misal en tan buen estado de conservación como si ahora se acabase de escribir. No hay señal alguna que indique haberse usado, ni siquiera una vez; por otra parte sería esto muy difícil atendido su grande volumen y peso. Discurriendo, pues, sobre el objeto que pudo proponerse el Cabildo de aquel tiempo al disponer la confección de este Misal tan suntuoso, es de creer que se inspiró en la idea de hacer una obra monumental, dando con ello un grande honor al acto más sublime de la religión cristiana, cual es el santo sacrificio de la Misa.
También podría ser que este Misal, lo mismo que otros libros o Códices del archivo, tuviesen por objeto servir de modelos autorizados, digámoslo así, para los escribientes que se dedicaban a estos trabajos; facilitando de este modo la propagación de los libros de liturgia.Así se explica el que en este archivo existan muchos Códices,en los que no se conoce que hayan prestado servicio alguno, hallándose con tal pulcritud, como si fuesen libros que se acabasen de imprimir en un establecimiento de los de mejores condiciones.

30. SAN GREGORIO MAGNO. Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 392 páginas. Es de principios del siglo XII. Comprende los Morales, Moralia, de dicha obra de San Gregorio desde el libro XI al XXII inclusive, lo cual indica que los diez libros primeros debían formar otro volumen. Cada libro principia con una hermosa viñeta de colores muy vivos, y con dibujos según el estilo de aquel siglo. A pesar de su grandeantigüedad este Códice se halla muy bien conservado.
Obsérvase que los folios están numerados; pero se ve que esto fue hecho en época más reciente. Después del libro XXII, en la página que sigue, hay un documento otorgado por el conde D. Ramón Berenguer en 29 de Mayo del año 1156. No se puede calcular el motivo de haber insertado allí dicho documento,que ya debe estar en otros libros o registros del archivo destinados para conservar las copias de estos escritos.


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21. SALTERIO. Un volumen en folio en pergamino, de 414 páginas. Es del siglo XV. Al principio hay un Calendario, en el cual después de expresarse los días que tiene cada mes, y los días de la luna, también se expresan las horas que en aquel mes tiene el día y la noche.
Algún escritor ha supuesto que este Códice es del siglo XIV; pero no es así, porque en el Calendario se halla la fiesta de San Vicente Ferrer, y este Santo no fue canonizado hasta el siglo XV.
En el Códice que nos ocupa también está el oficio de difuntos. Merece mencionarse una nota que hay al final, que era peculiar del aniversario que se celebraba por cada Canónigo, a los treinta días de haber ocurrido su fallecimiento.
Son dignos así mismo de notarse los dos Himnos que hay en las últimas páginas, y se rezaban entonces en el oficio de San José, los cuales son totalmente distintos de los que se usan en el actual rezo.
Los tipos tan grandes de este Breviario, y el mucho uso que al parecer se hizo del mismo, manifiestan que sirvió largo tiempo en el coro para los señores Capitulares, cuando los Maitines eran a media noche.

22. LECCIONARIO. Un volumen en folio en pergamino, de 260 páginas. Es del siglo XIV. Al principio le falta una hoja, que se ha suplido con unas líneas de letra más moderna que se ven al comenzar la primera página.
En este Códice así como en otros de esta iglesia que tratan de liturgia, se observan algunas diferencias entre los ritos de aquella épocay los de la actual; así es que las lecciones del rezo canónico de algunos Santos son diversas de las que ahora se usan.
Consiste esto en que según la disciplina de aquel tiempo, cada iglesia, o cada diócesis, tenía sus ritos propios; lo cual fue derogado por Bula del Sumo Pontífice San Pío V, en la que se dispuso que todos los rezos de los Breviarios y Misales se conformasen con el rito Romano.

23. EL EVANGELIO DE SAN LÚCAS Y EL DE SAN JUAN. Un volumen en folio en pergamino, de 318 páginas. Es del siglo XIV. Al principio de cada uno de estos dos Evangelioshay un prólogo y una viñeta alusiva de muy buen gusto. Además de los Comentarios de Rábano Mauro, que están en el margen, hay entre las líneas del texto curiosas notas o glosas, escritas por el mismo que escribió el Códice. Posteriormente se pusieron más notas de otra mano.
Este Códice también es de los notables del archivo, por el buen gusto del escrito, y por las diversas combinaciones que se observan entre la letradel texto y la de los comentarios. Todo está con una perfección admirable. Llaman la atención los grandes márgenes de las páginas, tan extensos, que ocupan mucho más que el escrito; lo cual prueba el lujo con que hacían estos trabajos, y la importancia que se les daba hasta en la parte material.
Nótase así mismo que este Códice contiene tan sólo dos Evangelios; y es porque atendido el gran precio que tenían entonces los libros, a veces se subdividían los de la Sagrada Escritura, y otros, para facilitar más su estudio.

24. ARISTÓTELES. Un volumen en folio en pergamino, de 570 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene ocho libros de la obra que se titula Physicorum. Tratra del cielo y del mundo, de la generación y de la corrupción. Hay cuatro libros de los metèoros. Tres del alma, del sentido, de la memoria, del sueño y de la vigilia, de la longevidad y de la brevedad de la vida, de la juventud y de la vejez.
Son muy abundantes las notas de este Códice, puestas en el margen con diversas letras, que por la forma con que están, indican ser de épocas posteriores al tiempo en que se escribió el libro.

25. COMENTARIOS SOBRE LOS PREDICABLES DE PORFIRIO. PREDICAMENTOS Y PERIHERMENIASDE ARISTÓTELES. Un volumen en 4.° mayor prolongado, de 312 páginas. Es del siglo XIV. Está escrito su mayor parte en papel cartulina, pues sólo cada unas doce hojas hay dos folios en pergamino; no pudiéndose comprender el motivo de tal distribución, que también se nota en algunos otros Códices.
Al principio del que nos ocupa hay un prólogo, de letra sumamente pequeña, cuyas primeras líneas traducidas del latín dicen así: «Al nobilísimo Sr. D. Juan, nacido de Real linaje, hijo del Ilustre Rey de Aragón, su humilde subdito, Benedicto de Undis. Maestro en artes, que las enseña en Tolosa, etc.» Después, al comenzar los comentarios de otra de las partes de este libro, pone otra dedicatoria a dicho don Juan, hijo del Rey de Aragón.


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16. CODLIBETOS DE FRAY RICARDO DE MEDIAVILLA, de la orden de San Francisco. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 96 páginas. Es del siglo XIV. Le falta el primer codlibeto. El segundo principia del siguiente modo, traducido del latín. «En nuestra controversia general se trataba de investigar algunas cosas de Dios y otras de la existencia, etc. Y después dice:» Estas cuestiones que siguen están sacadas de la Suma de dicho Maestro, y atañen a lo que manifiestan algunos doctores sobre ciertas cuestiones. La primera es, si Dios es infinito. La segunda, si hay alguna otra cosa fuera de Dios que sea infinita actu. Y la tercera, si las potencias de los ángeles son accidentes.» 

17. ALANO DE ANTIRUFINO, llamado también de Insusulis. Un volumen en 4.° mayor, de 154 páginas, escrito en papel cartulina. Es del siglo XV. Tiene un prólogo que comienza de este modo: Incipit prólogus Anticlaudiani Alani de Antirufino. Todo el libro es muy curioso, por la gran variedad de asuntos que expone, los cuales se indican en el margen con letras de color; y también por la forma del escrito, que está en verso o metro; y como las iniciales de cada linea se hallan algo separadas, resulta una caprichosa combinación, que revela muy buen gusto y grande paciencia en
el escribiente.
Después de este tratado, que ocupa la mayor parte del libro, hay treinta y tres Fábulas de Esopo, traducidas del griego al latín por D. Lorenzo Valense, Secretario del Rey D. Alfonso de Aragón, auxiliado del circunspecto Arnaldo Fonoleda. Así consta en una nota en latín que está al principio de dichas Fábulas. Y por último hay dos breves escritos, titulados el uno: Commentum super Argumentatione Marchi Tulii Ciceronis. Y el otro: Argumentatio perfectissima per M. T. C. feliciter incipit.

18. BREVIARIO CON EL SALTERIO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 626 páginas. Es del siglo XIV. Está adornado con letras de diferentes colores en el principio de cada oración; también hay viñetas de muy buen gusto. Es digna de notarse la Letanía, que se halla en el folio 51, por el gran número de Santos que se invocan, y por las peticiones que se hacen. Entre ellas están las siguientes, que traducimos del latín: «Que nos concedas la paz y concordia. Que nos instruyas en la disciplina regular. Que infundas la gracia del Espíritu Santo en nuestros corazones. Que visites nuestras casas, y consueles a todos los que habitan en ellas.» Esto manifiesta que dicho Breviarioera para el uso de esta catedral, cuando el Cabildo de aquella época vivía en comunidad.
En el folio 83 se ve la oración propia de San Onofre, que se añadió al texto y fue escrita posteriormente.
Se comprende que entonces en esta catedral había mucha devoción a dicho Santo; pues cuando la iglesia sólo llegaba a la capilla del Rosario, y había allí una puerta por donde se salía al claustro, en aquel sitio tenía un altar San Onofre. En el folio siguiente también está añadida en igual forma la oración propia de San Eligio.

19. JUAN ESCOTO. Comentarios sobre los libros 1.° y 3° del Maestro de las Sentencias.
Un tomo en folio en pergamino, de 362 páginas. Es del siglo XIV. Al principio hay un prólogo dividido en trece capítulos, que comprenden doce folios.
Los comentarios al libro primero del Maestro de las Sentencias ocupan casi las dos terceras partes del Códice. Al fin de dicho libro hay una nota que traducida del latín dice: «Concluye el libro primero de Fray Juan Scoto, doctor sútil, de la órdende Frayles Menores. Después sigue un índice, y al fin otra nota que dice: «Concluyen los títulos de las cuestiones del Doctor sútil Fray Juan Duns Scoto, de Frayles Menores, sobre el primer libro de las Sentencias.»
Luego hay algunas notas, y sigue el tercer libro. Al fin de este se ve otro índice. El Códice que nos ocupa se halla muy anotado en el margen del texto con diversas letras, que manifiestan haber sido escritas en diferentes épocas y por distintos autores.

20. SAN AGUSTÍN, SOBRE LA CIUDAD DE DIOS. Un volumen en folio en pergamino, de 760 páginas. Es del siglo XII. Está numerado hasta el folio 70. Al principio le faltanalgunas hojas, pues comienza en el folio 17. Cada uno de los 22 libros en que está dividida la obra, se indica por medio de una inicial adornada con dibujos de colores. Al fin del libro 22 hay una nota, que traducida del latín dice: «Concluye el libro vigésimo segundo de San Agustín Obispo, sobre la Ciudad de Dios.» Y después hay otra que dice así: «Terminado el libro, demos gracias a Cristo.» Siguen dos hojas más, y al fin otra nota que traducida dice: «Yo Nicolás Berguedano escribí lo que aquí se contiene, desde el mes de Mayo hasta el mes de Septiembre.»


Catálogo 11-15

11. Misal. Un volumen en 4.° en pergamino, de 280 páginas. Es del siglo XII. De este Misal histórico hacen mención varios escritores. Martorel lo cita en su Historia de Tortosa. También se ocupan del mismo el P. Risco en su «España Sagrada» y el P. Villanueva en su «Viaje literario.» 
Describiendo Martorel este Misal dice: «Está con cubiertas de finísima plata, y en ellas un Cristo pintado con esmalte de finísimos colores, clavados los dos pies en la Cruz con dos clavos, señal evidente de grande antigüedad, y a la otra parte un Salvador, y al derredor de él muchas piedras finas.» Hasta aquí Martorel.
Dichas piedras actualmente no están en el Misal. Es de creer que se sacaron por temor de que fueran robadas en algún sitio o guerra, dándoles después otro destino, pues antiguamente había mucha afición de adornar con piedras finas los ornamentos sagrados.
Las figuras de las cubiertas a que alude Martorel son de estilo bizantino, y están sobre una plancha de metal dorado. En una cubierta hay un Crucifijo, que tiene esta inscripción con abreviaturas: Iesus Nazarenus Rex Iudoeorum; a un lado está la imagen de la Santísima Virgen, con esta inscripción: María; y al otro la imagen de San Juan, con esta inscripción. Ioannes. En los ángulos superiores hay dos figuras de ángeles. Al lado de uno de ellos se lee: Sol; y al del otro: Luna.
En la otra cubierta hay una imagen del Salvador, que tiene en las manos un libro donde se lee: Ego sum qui sum. A los lados del Salvador están las iniciales de las palabras griegas Alpha et Omega; y en los ángulos de esta cubierta hay las figuras alegóricas de los cuatro evangelistas.
Los extremos o bordes de las dos cubiertas están circuidos con una plancha de plata. En la de una cara se lee: Sum Deus, et vendor. Sum Rex, et in hac cruce pendor. Y en la plancha de la otra cara dice: Adstans altari, pia mens gaude lacrimari.
Esta última inscripción se halla mutilada; lo que no es de estrañar atendidas las muchas vicisitudes que ha pasado este Misal, y las distintas veces que ha estado escondido, tal vez fuera de la catedral, para poder salvarlo.
En las crónicas y notas antiguas de esta iglesia se designa este Misal con el nombre de Misal de San Rufo, únicamente porque en él se halla la oración propia de dicho Santo. Pero conviene advertir, y lo hace constar el P. Villanueva en el tomo V de su «Viaje literario», que al encuadernarse hubo el descuido de truncar algunos folios, resultando que la oración propia de San Rufo no está en el lugar que corresponde, sino en el folio 61. Y lo mismo sucede con el Cánon de la Misa, como está allí anotado.
Es de creer que el Misal que nos ocupa debía destinarse para los Pontificales de los Prelados, y por eso se adornó con tanto lujo. Hay en el texto viñetas de muy buen gusto, según el estilo de aquel tiempo. Antes del Cánon se ven reproducidas las dos figuras del Cristo y del Salvador que están en las cubiertas; pero las del Cánon son de un dibujo más perfecto.
A propósito de estas figuras, se comprende que en aquella época debían estar muy en uso, al menos en esta iglesia; pues según veremos al reseñar otros Misales, casi todos los de aquel tiempo las tienen, con la particularidad de que aunque sean de dibujos más vulgares, todas concuerdan en el fondo, o sea en el Salvador, en el Cristo, y en las alegorías que tienen a los lados.

12. LAS CARTAS DE SAN PABLO. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 626 páginas. Es del siglo XIII. Contiene las cartas del Santo, y los comentarios de Rábano Mauro. Este sabio escritor, a quien ya hemos citado en el Códice de número 2, nació en Maguncia por los años de 776, y fue Arzobispo de dicha ciudad. Comentó la Sagrada Escritura, y por ello en algunos otros Códices que contienen libros de la Escritura, hacemos mención de sus comentarios. También escribió un Martirologio,Homilías, y Poesías religiosas, entre las cuales está el Himno Veni Creator Spiritus.
El Códice que nos ocupa como objeto de arte caligráfico es de los más notables del archivo. Está escrito en tres tipos o letras distintas. En medio, con caracteres muy grandes, se hallan las cartas de San Pablo; y a los lados circuyendo el texto, hay dos clases de comentarios; unos inmediatos al
texto, y otros más separados de letra muy diminuta y escrita con suma perfección.
Así en este Códice como en algunos otros de la misma época, se observa en el escrito una circunstancia que merece notarse. Las líneas de lápiz que suelen servir de pauta, no están al pie de las letras, sino entre una y otra línea o sea en el medio. No se sabe el motivo de colocarlas en esta
forma. De todos modos revela un gran pulso en el escribiente, el hacer las líneas con tanta rectitud, sin que las letras lleguen hasta el lápiz. Al principio y al fin de este Códice faltanalgunas hojas destruidas sin duda por la acción del tiempo.

13. ORACIONES DE LAS MISAS DE TODO EL AÑO. Un volumen en folio en pergamino, de 286 páginas. Es del siglo XIII. También hay un Calendario. Ante todo está el rito referente a la celebración del Sacramento del matrimonio. Se dice allí en primer lugar, que los matrimonios deben celebrarse públicamente, y que está prohibido celebrarlos: Desde el Adviento hasta la octava de Reyes. Desde Septuagésima hasta después de la octava de Pentecostés. Pero esto fue modificado posteriormente por el Concilio de Trento.
En los antiguos Códices solía ponerse alguna nota referente a hechos históricos. En el que reseñamos al final del folio 4.° se lee lo siguiente, que traducimos del latín. «Año 1352. El día primero de Agosto fue consagrado el Altar(o Ara) de San Esteban, por D. Bernardo, Arzobispo de Galatea» Este altar ahora no existe, y debió ser substituido por otro.
Después del folio 72, antes de los Prefacios de la Misa, hay una figura del Cristo y otra del Salvador, semejantes a las del Códice n.° 11, aunque el dibujo es de menos mérito, y los colores ya están muy deteriorados.

14. CAPÍTULOS Y ORACIONES DE TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 368 púginas. Es del siglo XIV. Está escrito con caracteres muy grandes, pues se comprende que este libro servía para el Canónigo Semanero, y entonces los Maitines y Laudeseran por la noche. Llama la atención una oraciónpropia, del rezo de Nuestra Señora de la Cinta, que está en una hoja de pergamino suelta, dentro de este Códice, al folio 173, escrita en letra que se conoce es de aquel mismo siglo. Esto manifiesta que ya se rezaba entonces dicha oración; lo cual confirma la tradición relativa a la aparición de la Santísima Virgen en esta catedral, y entrega de su Santa Cinta. Por ser un documento de mucho interés histórico lo copiamos literalmente. Dice así:

«Deus, qui Ecclesiam DertusensemBeatissimae Virginis Maríae Visitatione et Cingulodecorasti; ejus nobis intercesione concede, ut cingulo fidei et puritatis accinti, a cunctis peccatorum nexibus eruamur . Per Dominum...»

En el Códice núm. 81 de que trataremos más adelante, y que también es del siglo XIV, se halla esta oración en el mismo Capitulario, sin estar añadida en hoja suelta.
Son de notar así mismo las oraciones de Santo Tomás de Aquino y de San Vicente Ferrer, que están al margen con diferente letra; y es porque cuando se escribió este Capitulario dichos Santosaún no habían sido canonizados.

15. DIÁLOGOS DE PEDRO ALFONSO, ex Iudeo Christianus.
Así consta en una nota antigua que hay al principio de este libro, lo cual indica que el autor era Judío antes de su conversión. Está en 4.° mayor prolongado, y tiene 232 páginas en papel cartulina. Es del siglo XIII. Hállase dividido en 12 títulos, que tratan de diversos puntos de la religión cristiana. Al principio el autor pone lo siguiente, que traducimos del latín: «La gracia del Espíritu Santo nos asista. Amen.» Y después añade: «En nombre de la Santísima y Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, principia el proemio de Pedro Alfonso, de Judío Cristiano.» Al fin del libro repite esto mismo, e invoca otra vez la divina gracia.


Catálogo 6-10


6. RAIMUNDO MARTÍN. EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES.
Un tomo en 4.° de 138 páginas. Es de últimos del siglo XIII, o de principios del XIV. Está escrito parte en pergamino y parte en papel cartulina. En la primera página dice: Iste liber est sedis Dertusae«este libro es de la catedral de Tortosa»; pues antiguamente las palabras sede y catedral eran sinónimas.
Su autor Fray Raimundo Martín, fue un célebre dominico español que brilló a mediados del siglo XIII. Según se deduce de algunos párrafos, lo escribió por los años 1256 o 1257. Al hacer este trabajo, dice que se propuso instruir bien a los cristianos en los fundamentos de la religión católica, para poder rebatir los argumentos que solían proponerles los judíos y sarracenos, que entonces abundaban mucho en España. Pero atendido el gran fondo de doctrina que contiene este libro, y el estar en latín, parece indicar que se escribió principalmente para los párrocos y demás sacerdotes, a fin de que pudiesen instruir con facilidad al pueblo cristiano, y tuviesen al mismo tiempo razones y pruebas para convertir a los infieles.
Además tiene el singular mérito, de que como ya hemos dicho, el P. Denifle manifestó que no había visto ningún otro ejemplar en las muchas bibliotecas de Europa que ha examinado, y por ello ninguno de los bibliógrafos antiguos hace mención de este Códice. El expresado P. Denifle es el primero que ha dado noticia en una obra que publicó en alemán el año 1887.

7. BIBLIA SACRA. Un tomo en 4.° mayor prolongado, de 1.024 páginas. Es del siglo XIII. Está escrita en pergamino sumamente fino, de modo que por esto también es una especialidad, así como por la letra tan diminuta, hecha con una perfección admirable. En la parte superior de la primera plana hay una nota de época más moderna, que traducida del latíndice así: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina « divinae historiae. Luego sigue el prólogo. Al fin del mismo hay otra nota en el margen que dice así: «Concluye la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina» Después dice: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre el Pentatéucode Moisés.» A continuación sigue otro prólogo, y después el libro del Génesis.

En la confección de este Códice, además del gran trabajo que hubo reduciendo a tan pequeño volumen todo el texto de la Sagrada Escritura, se manifestó un gusto muy delicado en el ornato. Todas las iniciales de los capítulos están adornadas con preciosos dibujos de colores. También merecen notarse las viñetas del principio de cada libro de la Escritura, en las cuales se indica con figuras alegóricas algún suceso del mismo.
En el margen se ven algunas notas más modernas. Al final hay unos versos latinos sobre el asunto principal de cada libro de la Sagrada Escritura. Después sigue un índice alfabético que comprende muchos folios.

8 y 9. MISAL SEGÚN EL RITO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un tomo en folio de 474 páginas. fue impreso en Barcelona por Juan Rosembach el año 1524, habiéndose terminado la impresión el día 21 de Mayo de dicho año. Así consta en una nota impresa que hay al fin. La edición de este Misal se hizo en papel cartulina con algunas láminas y viñetas; pero todo en negro y de un estilo muy sencillo. En el archivo de esta catedral se conserva un ejemplar de la expresada edición sobre papel cartulina, que es el señalado con el número 8.
Mas el Cabildo de aquel tiempo utilizando la misma edición, dispuso que se imprimiese separadamente un ejemplar sobre pergamino,que también se conserva y en el inventario de estos Códices tiene el número 9.
El Cabildo lo hizo ilustrar con gran lujo, con viñetas doradas, y con tal profusión de dibujos y figuras de todas clases, que sería muy prolijo referir. El artista tuvo la feliz idea de no salir para ello del plan u orden del otro Misal; de modo que a la vista de éste, que está sin ilustrar y todo en negro, es como se puede comprender la riqueza y el mérito de los trabajos hechos en el Misal que nos ocupa.
Como el arte de la imprenta entonces todavía estaba formándose, digámoslo así, los tipos de letra de estos dos Misales aún son iguales al de los Códices manuscritos, y tienen las mismas abreviaturas, siendo muy probable que los tipos también fuesen de maderasegún se usaban en las primitivas impresiones.

10. MISAL. Un volumen en 4.° menor, en pergamino, de 448 páginas. Es del siglo XI. Este Códice es sin duda el más antiguode todos los que existen en el archivo de esta catedral, pues fue escrito el año 1055. Así consta en el folio 18, vuelto, linea l.a
Lo que principalmente se observa en este curioso Misal, es que contenga tantas materias, que aunque a primera vista parecen distintas, no lo son si se atiende a que todas pertenecen a la sagrada liturgia. Para comprenderlo téngase presente la escasez de libros en aquellos tiempos, y los cuantiosos gastos que se ofrecían para poderlos adquirir; de ahí que un mismo libro o Misal servía para varios objetos, siendo como un repertorio litúrgico.
Al principio tiene un Calendario, con varias apuntaciones o notas históricas. Siguen luego muchas fórmulas de bendiciones,y unas Misas a canto llano. Después está el Cánon de la Misa; y a continuación varias oraciones y preces, según la liturgia de aquel tiempo, y una especie de catálogo de las penitenciasque se imponían entonces por los pecados públicos. También está el oficio de difuntos, con los responsoriospuestos en notas de música.